jueves, 22 de agosto de 2024

Amanecer Suspendido │A

Existe un poema que alguna vez intenté escribir, pero que quedó suspendido en el aire, interrumpido por el movimiento de tu cuerpo al despertar. De nuevo, mi mente regresaba a aquella mañana primera en Coyoacán, una mañana en la que el sol aún no había decidido salir de su escondite.  

Nos levantamos antes de que el día rompiera su silencio, y por un instante, nuestra existencia parecía suspendida, ajena al lugar que nos rodeaba. 

Fue solo al abrir las puertas hacia el balcón que nuestra realidad se reveló: el río de automóviles serpenteando bajo nuestros pies y la vieja ciudad dormida a lo lejos. 

Allí, nos encontrábamos, envueltos en un silencio que decía más que cualquier palabra, con nuestras almas desnudas ante el horizonte que lentamente se encendía. 

La conmoción y la dicha se mezclaban en el aire, como si una mano invisible nos hubiera situado en ese preciso momento, en ese lugar exacto, para experimentar algo que iba más allá de nosotros mismos.

Narrativas Etéreas...

Bajo el velo de la memoria, un puente invisible entre lo que fue y lo que es despliega sus sombras y destellos. Es allí donde la neostalgi...