jueves, 18 de julio de 2024

Silente resonancia...

“Ala” se erige como una obra de Joep Beving, desbordante y de una elegancia mínima que trasciende en su simplicidad sublime y en su profundidad emocional.

Este fragmento, fiel reflejo del minimalismo pianístico de Beving, abre un sendero de diálogo musical introspectivo e íntimo

Cada acorde de “Ala” susurra a quien la escucha, convenciéndole de sumergirse en una sonora meditación, donde cada nota se convierte en un susurro de reflexión.

Para quienes nos lanzamos a la búsqueda de la resonancia del alma en el arte, “Ala” se presenta como una obligada travesía, un encuentro con la esencia emocional de la música. (Reiterada meditación en pro de Andrea…)

Alba...

En el recuerdo de aquel poema no escrito reside una promesa suspendida en el tiempo, una promesa de palabras que se desvanecieron con la luz del amanecer.

Aquellas cuatro paredes se convirtieron en un altar temporal donde el silencio y la desnudez se fundieron con el antiguo paisaje urbano. 

Fueron auténticos instantes de revelación, momentos de perfecta armonía entre dos seres que se reconocían en la quietud del alba. 

Pero ahora, en la bruma del tiempo, esa mañana se torna en efímero sueño, un lugar de nostalgia donde la memoria trata de capturar lo que la palabra no puede retener, donde cada detalle perdido se convierte en un misterio guardado en la tinta de quien esto escribe.

Combustión...

En el efímero teatro de la combustión, donde los caminos se entrelazan en un baile de atracción y desgaste, se revela un ancestral misterio. La química de dos seres, como inesperados elementos en la tabla periódica de la pasión, crea un fulgor inicial que ilumina los rincones más oscuros del ser. 

Es una sinfonía de calor y luz que consume y transforma, dejando tras de sí una ceniza de recuerdos y sueños desvanecidos. La temperatura del alma, una vez elevada, encuentra su declive en la quietud de una amarillenta luz, evocando la fugacidad de la llama y la persistencia de las brasas. 

Así, en la penumbra de lo que fue, yace la memoria de una combustión que marcó el curso de nuestros deseos, dejando al descubierto la fragilidad y la eternidad entrelazadas en el mismo y fugaz instante.

Narrativas Etéreas...

Bajo el velo de la memoria, un puente invisible entre lo que fue y lo que es despliega sus sombras y destellos. Es allí donde la neostalgi...