miércoles, 11 de septiembre de 2024

Toda Una Experiencia Sensorial: “Fade Into You” │ Mazzy Star

Imposible escapar del embrujo inicial. El segundo álbum de Mazzy Star se abre con una definitiva declaración: “Fade Into You”, una canción que no solo respira el alma del dream-pop, sino que la redefine en inefables susurros. Aunque ha sido incrustada en tantas historias románticas, esta pieza resiste el confinamiento a un mero contexto de amor convencional. Al intentar desentrañar sus fibras, se disuelve, como el eco de un sueño del que apenas se puede recordar el contorno.

“Miro en ti y no veo nada / Te veo para ver la verdad”. Si esta es una confesión de amor, entonces las palabras de Hope Sandoval pintan el amor como una sombra que absorbe todo, una borradura silenciosa del ser. No hay desvanecimiento en plenitud, solo la lenta erosión del “yo”, un vaciamiento que, más que doloroso, es inevitable. 

Sin embargo, ¿de qué trata realmente “Fade Into You”? Las palabras se arremolinan en un halo de vacío y sombras, sugiriendo un acto de desaparición psicológica, una introspección que se esfuma ante nuestros ojos, siempre distante y cautivadora. En su enigma radica su belleza: una melodía de piano que se repite con una ternura casi inexorable, cubriendo el paisaje sonoro con etéreas guitarras, mientras la voz de Sandoval murmura, casi desde otro plano de realidad.

“Fade Into You” no solo abre el disco, lo desequilibra, lo pliega en una delicada contradicción. Este instante de claridad melódica ha llevado a muchos a interpretar erróneamente la esencia de Mazzy Star. Aunque todo el trabajo de Sandoval y David Roback está empapado en lánguidas atmósferas y pausados tempos, la verdadera naturaleza de su música es más densa, más críptica, e incluso abrasiva, como un océano cuya superficial calma oculta corrientes implacables. 

El álbum So Tonight That I Might See (1993) puede sugerir menos psicodelia visceral que su predecesor She Hangs Brightly (1990), pero en su interior anidan momentos que rasgan el velo del sueño, revelando un abismo. La canción homónima, con sus siete minutos y medio de guitarras oscilantes, nos lleva a un estado de trance oscuro, más adecuado para acompañar la caída de un imperio que un idilio juvenil.

No obstante, toda gira en torno a “Fade Into You”. Es su luz y su sombra, su revelación y su misterio. Pocos artistas logran capturar una epifanía de este calibre, y es comprensible que el resto del álbum quede inevitablemente eclipsado. En su ensoñación, esta canción trasciende el tiempo, el espacio, y cualquier intento de definirla; como un espejismo, se desvanece antes de que podamos tocarla, pero su imagen persiste, flotando entre el vacío y el todo.

Vacuidad...

La vida se escapa sin que siquiera entendamos su carga. Llegamos a ella en nuestra ignorancia , demasiado bisoños para captar su signific...