domingo, 6 de octubre de 2024

Lennon y Sonnie Freeman: La Secreta Resonancia de “Norwegian Wood”

Existen canciones que son más que meras composiciones; son universos en los que se ocultan historias, nombres y lugares que nunca se mencionarán explícitamente. “Norwegian Wood”, pieza central del álbum Rubber Soul (1965), es una de esas canciones que, a primera escucha, parece hablar de una intrascendente tarde, pero tras su aparente simplicidad, se esconde el relato de una relación entre John Lennon y Sonnie Freeman Drane.

A comienzos de los años 60, Sonnie, casada con el fotógrafo Robert Freeman, comenzó a compartir su vida con el enigmático mundo de The Beatles. Pero fue en su encuentro con Lennon donde las fronteras de la amistad se desdibujaron, y entre charlas profundas y silencios cómplices, una conexión tomó forma

Esa conexión, encapsulada entre las paredes revestidas de madera de Emperor’s Gate, cobró vida en “Norwegian Wood”.

Lennon, siempre el poeta que intentaba transformar lo personal en lo universal, convirtió su aventura con Sonnie en una pieza lírica que apenas sugiere la profundidad de lo que sucedía. En una entrevista de 1970, Lennon reconoció que la canción hablaba de una relación extramatrimonial, pero con la cautela y paranoia de quien sabía que no podía ser completamente honesto. 

Así, cada verso esconde tanto como revela, dejando que la audiencia adivine lo que realmente sucedió entre esas cuatro paredes.

Sonnie, envuelta en el aura etérea de la década de los años 60, se convirtió en una figura intangible, atrapada entre las imágenes del Calendario Pirelli y las melodías de Lennon. Su presencia en la vida del Beatle fue efímera, pero inmortalizada en una canción que, más allá de las palabras, resuena como un eco atemporal.

Narrativas Etéreas...

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