miércoles, 17 de julio de 2024

Cartografías de la Neostalgia

¿Por qué escribir? Esa pregunta, un eco persistente desde tiempos inmemoriales, se convierte en una especie de sombra constante. La duda se alza ante la página vacía, en el metro abarrotado o mientras se deambula por las adoquinadas calles de no pocos vecindarios. ¿Qué impulsa a escribir? ¿Es vanidad? ¿Miedo? ¿Autocastigo? ¿El anhelo de reescribir lo ya acontecido? 

Las razones son múltiples, tantas y tan variadas. No obstante, es vital entenderlas al momento de hacer frente a la creación de un texto.

Especialmente hablando de literatura: ¿por qué escribir y, aún más importante, para qué escribir esto? Imposible ignorarse a uno mismo, máxime cuando resultas ser el primer filtro entre la imaginación y lo tangible. Aunque escribir desde la neostalgia implica un riesgo, es una razón válida; bien podría quedar uno atrapado en un tiempo pretérito, un lugar donde la literatura no vive. 

La literatura sólo respira en el presente, cuando el libro se abre ante uno.

La neostalgia, por ende, será la esencia, la protagonista de este blog. Como seres humanos, nos componemos de múltiples biografías, o más bien, de diversas variantes de una muy personal historia: los libros que han alimentado nuestro ser, las (no pocas) recorridas geografías, las amadas que marcaron esos caminos, los encuentros y desencuentros con la pasión, los cafés donde se hilvanaron pensamientos, cavilaciones, y, en gran medida, la vitalicia banda sonora que ha resonado entre todos esos ires y venires.

Este blog es, naturalmente, un cúmulo de añoranzas: los días de constante transición, la utópica felicidad alguna vez creída imperecedera, las Ideas Musicales ejercidas en pro de forjar más escritura. Principalmente, es un blog sobre Música, Letras y (no pocas) Neostalgias, un espacio dedicado a reconciliarse con el presente a través del autodescubrimiento.

Narrativas Etéreas...

Bajo el velo de la memoria, un puente invisible entre lo que fue y lo que es despliega sus sombras y destellos. Es allí donde la neostalgi...