jueves, 8 de agosto de 2024

Brazadas...

Aquel resplandor, que ha guiado los pasos del sabio en su soledad, aguarda paciente. No vendrá por ti, no abrirá las puertas cerradas por el tiempo. 

Tus brazadas, aquellas que se estiran en la vastedad del abismo, son las que habrán de encontrarlo. 

El sendero no se define por el destino, sino por la búsqueda que lo traza, por el caminar en la penumbra que, en su sigilo, se convierte en un eco del alma. 

Esa luz, siempre distante, nunca llamará a tu umbral. Pero en las sombras, si te atreves a avanzar, quizá la encuentres, etérea, en la encrucijada de tus propios miedos…

Narrativas Etéreas...

Bajo el velo de la memoria, un puente invisible entre lo que fue y lo que es despliega sus sombras y destellos. Es allí donde la neostalgi...