En los velados pasadizos de la memoria y el destino, existe una conexión que trasciende lo humano, que se extiende más allá del tiempo y el espacio. Carrie Fisher, en un gesto de revelación en sus memorias, Wishful Drinking, desliza las palabras como un antiguo susurro: las tribus errantes poseían una esencia mágica, una chispa que en ocasiones se encuentra en otros, aquellos que alguna vez compartieron nuestro mismo fuego.
Así lo sintió al encontrar a Paul Simon, una pieza de su “karass”, como Kurt Vonnegut profetizó en su obra La cuna del gato. Este insondable y envolvente concepto, describe esa inexplicable enredadera de almas que, sin razón aparente, se encuentran inevitablemente unidas, atrapadas en el laberinto del destino.
El romance entre Simon y Fisher fue una danza cósmica, una coreografía del caos que, sin embargo, resonaba con una secreta armonía. Atrapados en una espiral de encuentros y desencuentros, su vínculo parecía a veces una farsa de la humanidad, una comedia malentendida que, sin embargo, dejó profundas huellas en el camino de la historia.
Y en medio de esta tormenta, Simon tejió una melodía, una oda brutal y hermosa: “Hearts and Bones”. Este canto, que él mismo reconoció como superior a “The Sound of Silence”, destila la esencia misma de su amor, una mezcla embriagante de lo apasionado y lo inevitable.
Simon, en su propia reflexión, reveló que en la verdad desnuda de sus letras encontró su voz más auténtica. En “Hearts and Bones”, las palabras son un eco de su relación: intensas, vernáculas, pero a la vez, tocadas por un poético fulgor que las eleva. Esta técnica, que describió como un enigma sin origen, captura la esencia de su conexión con Fisher: una mezcla de lo mundano con lo sublime, lo cotidiano con lo eterno.
De esta forma, la canción no solo se convierte en un testimonio de su amor, sino en una melódica predicción del trágico y hermoso arco de su historia. Aunque el romance se desvaneció, la canción permanece, intacta en su tormento, como una joya nostálgica que, incluso en sus momentos más oscuros, irradia amor.
