martes, 24 de septiembre de 2024

Breve diálogo entre Borges y una admiradora...

Al enterarse de que el escritor daba clases en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, una mujer decide ir a conocerlo y lo espera en el pasillo. Cuando termina la clase, salen los alumnos y tras ellos, Borges. La mujer, emocionada por la cercanía, le pregunta:

— “¿Ud. es Jorge Luis Borges?

Borges, tan sorprendido como ella, responde:

— Momentáneamente”.

El breve diálogo entre Borges y una admiradora en este relato pone en evidencia el característico ingenio y el sentido del humor irónico del escritor argentino, quien se muestra no solo desconcertado por la admiración que genera, sino también profundamente consciente de su propia naturaleza transitoria. La respuesta «Momentáneamente» trasciende la sorpresa momentánea, revelando una reflexión filosófica sobre la identidad y el paso del tiempo, temas recurrentes en la obra de Borges.

La anécdota, además, refleja la habilidad de Borges para desarmar situaciones de veneración o admiración desmedida. Ante el entusiasmo de la mujer, en lugar de abrazar el estatus de figura literaria, se responde con una declaración que es tanto una broma como un comentario profundo sobre la impermanencia de la identidad. Esto también refleja su modestia, ya que, en lugar de afirmarse como el famoso autor, opta por relativizar su existencia como tal.

En resumen, este pequeño intercambio encapsula la cosmovisión borgiana: la identidad es una construcción momentánea, frágil y en constante cambio, y la vida, al igual que las palabras, se construye sobre paradojas. La respuesta de Borges es más que una simple ocurrencia; es una revelación sobre su forma de entender el mundo y a sí mismo.

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