jueves, 3 de octubre de 2024

Un Paisaje Despojado de Palabras...

La luna llena, en su solitario esplendor, evoca una danza de luces y sombras, un sutil juego que revela la frágil conexión entre lo tangible y lo etéreo. A pesar de su majestuosidad, su presencia a menudo nos deja con un eco de desconexión

Al regresar de este celeste encuentro, la mente busca hallar significado en el silencio que rodea la experiencia. Sin embargo, el vacío persiste, como un paisaje despojado de palabras, donde los sentimientos se desvanecen en la inmensidad. 

Esta ausencia de expresión se convierte en una metáfora de nuestra relación con lo sublime: anhelamos ser tocados por su magia, pero nos encontramos atrapados en la inercia de lo inefable. La luna, aunque brillante, puede ser un recordatorio de lo que nunca lograremos captar del todo.

Narrativas Etéreas...

Bajo el velo de la memoria, un puente invisible entre lo que fue y lo que es despliega sus sombras y destellos. Es allí donde la neostalgi...