jueves, 18 de julio de 2024

Límites del Papel: un críptico Adiós...

Hoy, dijiste hace infinitos ayeres, la pluma avanza con determinación hacia el borde de la página, un lugar que siempre se percibió lejano, distante, pero que ahora se revela implacable y definitivo: “este nuestro trayecto, nuestro andar de letras, culmina aquí”. (Susurrabas...)

Dejar la pluma es un acto de conciencia, un gesto de auténtico afecto hacia un rincón que fue trinchera, línea de fuego, refugio y hogar. Un espacio donde la hoja en blanco nos ofrecía de constante la posibilidad de resignificar todos nuestros vacíos. “De transformar la nada en algo pleno de significado”. (Enfatizaste…)

El borde de la página, siempre un horizonte distante, se convierte en un ineludible umbral. En ese borde, la escritura se transforma en un susurro final, “un eco de todas nuestras palabras que alguna vez resonaron a través de nuestras múltiples líneas”. (Sentenciaste...)

Fuimos participes de un adiós cargado de neostalgia, de un último trazo en el que, ¿quién lo dijera?, se encapsulaba tanto el inicio como el fin de nuestro viaje. (Laura...)

Narrativas Etéreas...

Bajo el velo de la memoria, un puente invisible entre lo que fue y lo que es despliega sus sombras y destellos. Es allí donde la neostalgi...