martes, 6 de agosto de 2024

En la Constelación de la Blonda…

“Se dice que lo verdadero permanece eterno”, susurraba la primera vez que la escuché en 1994. En la danza cósmica de la música y notas de Leonard Cohen, Laura Elena adquirió una sublime conexión, resonando con los poéticos ecos de Jaime Sabines que nos atrapaban en su hechizo.

En aquella fría y otoñal noche, mientras el café nos envolvía, la incertidumbre se deslizaba hacia una inmensidad que emergía de las periferias, y la Blonda se acercaba a mí. Así, en aquel instante, el recuerdo del epígrafe que leí hace tiempo en la luneta del teatro del Colegio de Bachilleres se volvió a mí. “Donde se lee, se vuela”. Este espacio compartido de lectura ahora se eleva, susurrabas, Blonda mía.

En el Espacio Cultural Universitario, durante nuestro primer encuentro en el año 1993, el aroma de tu presencia se percibe como un etéreo homenaje que persiste aún en la distancia. Las luces bajan, y en lo alto, tu presencia se hace palpable, evocando la esencia de un pretérito que vibra en tiempo presente.

Narrativas Etéreas...

Bajo el velo de la memoria, un puente invisible entre lo que fue y lo que es despliega sus sombras y destellos. Es allí donde la neostalgi...