A pesar de su trágico destino y de su eventual desaparición de la vida pública, Chrissie Shrimpton sigue siendo una figura clave en el desarrollo temprano de los Rolling Stones. Aunque su contribución a la música del grupo ha sido invisibilizada con el tiempo, las canciones que ayudó a inspirar continúan siendo recordadas como piezas fundamentales del canon del rock.
La historia de Chrissie es, en muchos sentidos, la historia de tantas otras mujeres que sirvieron como musas en la era dorada del rock: personajes secundarios en las narrativas oficiales, pero esenciales en la creación de algunas de las obras más icónicas del género.
El legado de Shrimpton, entonces, no reside tanto en su presencia física, sino en los acordes y letras que su tormentosa relación con Jagger ayudó a crear. Las canciones como “19th Nervous Breakdown” y “Under My Thumb” no solo documentan una era de excesos y caos emocional, sino que también son testigos de la complejidad humana detrás de la imagen pública de las estrellas del rock.
Chrissie Shrimpton puede haber desaparecido de los reflectores, pero su eco sigue resonando en cada acorde de esas composiciones que marcaron una época.