miércoles, 6 de noviembre de 2024

El Oficio y el Misterio: Etereidad y Evolución Creativa en José Manuel Aguilera

La evolución musical de José Manuel Aguilera, especialmente dentro de La Barranca, ha sido marcada por un delicado equilibrio entre el misterio de la inspiración y la disciplina del oficio. Desde su formación en 1994, la agrupación ha demostrado una constante capacidad de transformación, donde lo etéreo en su música se encuentra en la búsqueda incesante de nuevas formas de expresión

Aguilera no es ajeno a la naturaleza impredecible de la inspiración, que describe como un “misterio”, pero es precisamente esta incontrolable cualidad la que da vida a su creación.

La “incesante creación de rolas” que Aguilera menciona refleja una dinámica de trabajo que no se basa únicamente en momentos de inspiración, sino también en la construcción y síntesis musical a través del oficio. En este proceso, la etereidad surge de la combinación entre la técnica perfeccionada y el azar creativo

Cada nueva composición es un ejercicio de equilibrio, donde el músico se abre al misterio sin dejar de lado la estructura y la revisión. La música de La Barranca, en este sentido, no es simplemente una serie de piezas individuales, sino un corpus que flota entre lo tangible y lo inefable.

Aguilera ha logrado que la evolución artística de La Barranca conserve esta etérea cualidad al abrazar lo impredecible de la creación sin dejar de perfeccionar su oficio. 

Su capacidad para sintetizar emociones, atmósferas y estructuras sonoras crea una experiencia musical que trasciende el tiempo y el espacio, envolviendo al oyente en una nebulosa sonora que es, al mismo tiempo, precisa y enigmática. Es en esta interacción donde se revela la etereidad de La Barranca, en un constante juego entre lo que se controla y lo que escapa.

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